lunes, 15 de mayo de 2017

NOVEDAD: LA ARQUITECTURA DE LOS SUEÑOS


Te presento a mi nueva criatura. No es ficción, no es novela ni relato, te traigo las bambalinas de la creación de una novela y espero que disfrutes de este paseo en el que me ofrezco como tu guía, tanto si escribir es tu sueño como si tienes curiosidad por conocer todas las decisiones que un autor tiene que ir tomando a la hora de componer una novela.

¿Por qué esta portada?

Seguro que has visto cientos de manuales de narrativa, guías de creación literaria o libros de consejos de escritura. Hay muchísimos publicados, algunos más generales -como es el caso de La arquitectura de los sueños- y otros más específicos, centrados en un tema. Pero casi todos tienen un elemento común: las portadas.

Dos de cada tres tienen una máquina de escribir.

En el tercero aparece un bolígrafo.

Ahora en serio, los que os dedicáis a esto sabéis que encontrar una imagen que exprese lo que un libro contiene y, además, sea un poco original es bastante complicado. En este caso, confieso que miré montones de manuales, estuve haciendo fotos a mi vieja máquina de escribir, pensé un montón y... tuvo que llegar a salvarme la diseñadora de la portada, Pilar Muñoz -es escritora, en realidad, pero es versátil, inteligente y tiene un gusto exquisito-. Pilar encontró la imagen que define lo que es La arquitectura de los sueños.

En ella aparece una niña haciendo equilibrios sobre una pila de libros. Si miras a su cara, refleja felicidad. Si posas tus ojos en el texto, verás como le ha ido dando golpecitos con la mano, con la coleta, con el pie...





En este manual, guía, libro de no ficción o como lo quieras llamar, te muestro que para escribir una novela hay que hacer un montón de equilibrios, tomar cientos de pequeñas decisiones para que el mecanismo funcione a la perfección. Yo, como esa niña de la portada, me subo encima de los libros sobre un pie, mientras extiendo los brazos y sonrío. He aprendido las reglas de la ficción, de hecho te las voy a ir mostrando de la manera más amena que se me ha ocurrido, pero como esa niña hace con las letras, de vez en cuando muevo un poquito alguna.



Porque cuando te sabes las reglas, quizá es cuando llega el momento de transgredirlas.

¿Por qué lo he llamado La arquitectura de los sueños?

Lo digo en la sinopsis, siento que los escritores somos un poco arquitectos de sueños, vamos creándolos a partir de una idea que se gesta en nuestra mente. Poco a poco, vamos poniendo los pilares que constituyen ese mundo de ficción, esa recreación de la realidad en la que nos movemos y a la que invitamos a nuestros lectores. 

Y porque me ha gustado, porque creo que es un título bonito, un título que se ajusta mucho a lo que hacemos, construir sueños, diseñarlos para los lectores. Para el primer lector que lo hacemos, para nosotros mismos.

¿Para quién es este libro?

Podría parecer que es solo para escritores, pero yo me atrevo a decir que no, que es para mentes inquietas, para gente que quiera saber algo más del proceso creativo. Ya sabéis que yo no hago nada sin lectores cero, no me atrevo, y he empleado también a gente que no escribe. Creo que han sido los que más me han sorprendido con las impresiones de la lectura.

Quiero dar las gracias a unas cuantas personas que me han echado una mano con esto, directa o indirectamente.

Meg Ferrero. Lleva años diciéndome que escriba algo así, y cada vez que la veo me pregunta por dónde voy, así que de alguna manera ha sido el impulso primero, la causante de que la idea empezase a gestarse en mi cabeza. Y que si no la escribía ya, me temo que entraríamos en un bucle infinito, repitiendo incansables la misma conversación al saludarnos (es broma).

Pilar Muñoz. ¿Qué voy a decir de Pilar? Es un ángel con el que tropecé hace años y ha sido la artífice de la portada. De verdad, yo solo he tenido que estar de acuerdo. Como siempre, ha sido lectora cero. Es mi diapasón particular.

María José Moreno. Esta vez ha sido también lectora cero. Al final va a acabar consiguiendo que deje de ser leísta. De vez en cuando enciende un foco en el texto y me obliga a pararme a pensar.

Laura Sanz. Ha sido mi lectora cero más rápida. No sé si durmió ese día. Sus consejos los he escuchado porque es una mujer con la cabeza muy bien amueblada.

María Perbech. Es lectora, pero yo quería saber la opinión de alguien que no tiene nada que ver con la escritura y me ha dejado muy tranquila al respecto.


Para arrancar con una historia siempre necesito algo donde apoyarme. Tengo un amigo escritor, Enrique Osuna, que un día me dijo que enfoco bien los temas, pero reconozco que esta vez tenía muy claro qué era lo que quería contar, pero me faltaban las manos en las que apoyarme para dar el impulso y montarme a lomos de este caballo (he estado estos días entre metáforas y aún no se me ha pasado la resaca). Esas manos, ese enfoque y ese apoyo los encontré en una frase de Mikel Alvira, "escribir es decidir". A partir de ahí, empecé a construir esta arquitectura soñada, este manual para lectores y escritores, este libro raro que se lee en un suspiro.

Este nuevo paso adelante.

Me quiero quedar siempre entre palabras. El lado me es indiferente, pero siempre con un teclado en las manos.

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